Venus en conjunción con Urano ésta semana indica que nuestra red de alianzas y uniones está sufriendo transformaciones. Si pensamos a Venus como el tejido afectivo que nos contiene, Urano le propone (de aquí hasta el 25 de Mayo) una dilatación, una expansión, mutaciones y chisporroteos varios. La circulación del deseo cambia de rumbo, y en su equívoco, o en su derrotero hace ecos a nuevos lugares en una dirección no siempre evidente. Por ende podemos pensar, ya que Venus en Tauro aquí es concreta, expresiva y material, que cierto cambio de tiempo que le propone Urano, o más bien, cierto tiempo nuevo se abre paso por sobre el sistema de expectativas que conocemos, por sobre el horizonte de emociones ya conocidas, por sobre la costumbre y hacia la novedad.
Cuando pensamos en este aspecto no tenemos a través de la lógica la respuesta evidente que viene luego de la subversión, porque lo que sea que se entrometa, se entorpezca, se aleje o se acerque no forma parte de una cuenta matemática evidente, una ecuación esperable; lo entra aquí, de la mano de lo caótico, es una nueva organización, y por nueva también podemos pensar inocente, inexperta, torpe: hacer un hueco que descubre un hoyo y meterme ahí.
Tal vez, cuando la red inter-vincular es sacudida por Urano lo que emerge, gracias a esa transgresión, es el flujo profundo que fundaba la vieja forma: "esto se sostenía basado en estos principios", y esos flujos profundos que ahora sólo puedo ver gracias a que fueron sacudidos, re-informa hacia atrás, y me permite comprender sobre cuales límites estaba basado mi gozar, porqué me dediqué tanto a complacer, porqué di vueltas y no supe abordar, cómo era realmente el borde.
Es importante señalar que en materias emocionales Urano tiene una larga tradición de ser el interruptor con el que enciendo o apago una emoción, ya que instintivamente o racionalmente, en la órbita Urano está el acercase y aproximarse, todo muy rápido y repentino y muy intenso, y también está el alejarse y distanciarse sin demasiadas explicaciones cuando se ve aterrorizado algo de mí en el Otro que me modifica. Estas pulsaciones, comúnmente designadas como "magnetismos" deberían un poco más específicas, es esta electricidad de Venus y Urano la que indica la atracción de los polos, y también la repulsión. Sus principios erráticos o su conducta apurada ésta semana serán coronados por la magnífica y contundente Luna llena en Escorpio del 18 de Mayo de 2019 haciendo carne el verbo cambiar.
Cuando pensamos en este aspecto no tenemos a través de la lógica la respuesta evidente que viene luego de la subversión, porque lo que sea que se entrometa, se entorpezca, se aleje o se acerque no forma parte de una cuenta matemática evidente, una ecuación esperable; lo entra aquí, de la mano de lo caótico, es una nueva organización, y por nueva también podemos pensar inocente, inexperta, torpe: hacer un hueco que descubre un hoyo y meterme ahí.
Tal vez, cuando la red inter-vincular es sacudida por Urano lo que emerge, gracias a esa transgresión, es el flujo profundo que fundaba la vieja forma: "esto se sostenía basado en estos principios", y esos flujos profundos que ahora sólo puedo ver gracias a que fueron sacudidos, re-informa hacia atrás, y me permite comprender sobre cuales límites estaba basado mi gozar, porqué me dediqué tanto a complacer, porqué di vueltas y no supe abordar, cómo era realmente el borde.
Es importante señalar que en materias emocionales Urano tiene una larga tradición de ser el interruptor con el que enciendo o apago una emoción, ya que instintivamente o racionalmente, en la órbita Urano está el acercase y aproximarse, todo muy rápido y repentino y muy intenso, y también está el alejarse y distanciarse sin demasiadas explicaciones cuando se ve aterrorizado algo de mí en el Otro que me modifica. Estas pulsaciones, comúnmente designadas como "magnetismos" deberían un poco más específicas, es esta electricidad de Venus y Urano la que indica la atracción de los polos, y también la repulsión. Sus principios erráticos o su conducta apurada ésta semana serán coronados por la magnífica y contundente Luna llena en Escorpio del 18 de Mayo de 2019 haciendo carne el verbo cambiar.
