El Retorno de Saturno en #Acuario


Si naciste entre febrero de 1991 y enero de 1994 tal vez deberías escuchar esto. Compartilo con tus amigxs que están pasando por su Retorno de Saturno! 






Fragmento de Liz Greene, “Saturno: Nuevo enfoque sobre viejo demonio” (1986)

De Acuario se dice que se puede ver todo en el escaparate pero que no se encuentra nada en la tienda, lo cual es una conclusión lógica según la definición que los libros comunes dan del signo y de su Casa XI (deseos, ilusiones, clubes y sociedades). La inmensa profundidad y sabiduría que se obtienen al estudiar astrología no son muy aparentes en esta interpretación más bien incompleta de la Casa XI. Con Saturno y Urano por regentes. Acuario se merece un significado más complejo, y también puede ser que la Casa XI sea más complicada y misteriosa de lo que tradicionalmente se la considera.




La Casa X es tanto la cumbre de los logros del individuo como su lugar de entierro, puesto que simboliza su inmersión más profunda en el mundo material y exige el sacrificio de sus deseos personales para alcanzar la meta. Si se considera que el círculo de las doce Casas es un ciclo de pasos, progresivamente más complicados, en el desarrollo de la vida externa del individuo, puede decirse que la Casa X, correspondiente a Saturno, constituye el final del ascenso de la personalidad. En las dos Casas que quedan, ambas relacionadas con planetas de «octavas más altas» y por lo tanto con estados de conciencia colectivos o transpersonales, el individuo se pierde en la comunidad y asume la responsabilidad de célula en el cuerpo, de la humanidad. Ha pasado sus pruebas, ha conseguido una integración personal hasta el punto en que su mente, cuerpo y sentimientos trabajan disciplinada y equilibradamente para satisfacer sus necesidades internas y ya está libre para participar de la tarea común de integración y desarrollo. El cambio de Saturno a Urano marca la transición de la supremacía de la voluntad personal al desarrollo de la conciencia de grupo, la cual no es una conciencia de masa ya que su contribución es voluntaria y no se pierde el mérito individual. Esto puede parecer una interpretación más bien esotérica de lo que aparentemente es una Casa y un signo superficiales. Pero si no deseamos obtener una visión fatalista de Saturno en sus Casas y signos, o si queremos comprender la verdadera naturaleza y alcance del libre albedrío y propósito del individuo, es posible que encontremos alguna información en la tradición esotérica de Saturno que nos ayude a vivir más libremente.

Si estudiamos la Casa XI más allá de los clubs y las sociedades y aplicamos la idea de conciencia de grupo y de la naturaleza de la responsabilidad individual y la contribución en este área como un posible significado más de esta Casa, obtendremos una visión más completa del significado de Saturno en esta posición.

Normalmente, la Casa XI tiene una connotación de amistades y aceptación social, y en ella Saturno puede mostrar su alejamiento y aislamiento típicos, etiquetando al individuo de «lobo solitario» que no encaja en el grupo. Le puede resultar difícil establecer amistades casuales y funcionar en el nivel social superficial que tanto valor tiene en nuestra sociedad actual. Puede sentirse extraño y muchas veces se comportará como tal ya que su separación es algo más profunda que una simple incapacidad de adaptarse a las reglas sociales del comportamiento. El grupo que se le ofrece como el «aceptable» (la gente que conoce por la familia, el trabajo, la religión o los intereses) no le acoge calurosamente, y raramente se siente parte de una sociedad artificialmente estructurada. Anda buscando otro tipo de grupo, algo más profundo, pero raramente comprende que los nudos que unen a este grupo más complejo son de naturaleza interna, no externa.





Saturno se siente con frecuencia penosamente cohibido y es desesperadamente inepto en lo que se refiere a las gracias sociales, pero es siempre un enemigo de la superficialidad cuando quiere expresar su verdadera naturaleza.

Su presencia en la Casa XI resulta doblemente difícil porque los conceptos actuales de la amistad y de las actividades de grupo son eminentemente superficiales. Saturno puede sentirse torpe e incómodo por su tendencia a la introversión y a la timidez. Por lo tanto, el efecto más común de Saturno en la Casa XI es un sentimiento de profunda soledad, aunque a menudo disimulada. Puede que desee fuertemente sentirse parte importante de la totalidad para verse liberado del peso de la cohibición y de la sensación de ser «diferente». Sin embargo, no suele ser capaz de expresar su necesidad e incluso puede que ni la admita.

Consideramos que el hombre es un animal gregario, una criatura de comunidad más que un solitario y la persona que pasa largos períodos a solas o rechaza la oportunidad de un intercambio social resulta sospechosa para el individuo medio. Nos han educado en la creencia de que la soledad tiene algo de neurótico o pernicioso y, sin embargo, puede resultar mucho más doloroso tener una sensación de separación en una multitud que estar físicamente solo y experimentar que perteneces a algo. La persona con Saturno en XI se suele sentir fuertemente atraída a estar sola y puede que se aparte de las amistades por miedo a no ser aceptado. Con frecuencia necesita contrarrestar este miedo y sensación de inadecuación con una necesidad de resaltar su unicidad para que, por orgullo, quede demostrado que su calidad de «separado» es una virtud más que un problema. Probablemente no sea ni una virtud ni un defecto, pero la persona inconsciente con Saturno en la XI no se da cuenta de que tiene más posibilidades. Esto constituye una de las reacciones más típicas de Saturno en esta posición: debe sentirse superior, no puede ser igualado. De la misma forma que a un Saturno en Leo le resulta muy difícil expresar su unicidad de forma abierta, a Saturno en Acuario le resulta difícil expresar que es corriente o similar a otros seres humanos, aunque sea precisamente este ser corriente, esta fusión con el grupo lo que más desee. Se suele decir que Saturno en Casa XI da pocos amigos pero fieles, y la calidad interesa más que la cantidad.



Esta posición de Saturno tiende a la sobrecompensación y es corriente encontrar que el individuo tiene su vida tan repleta de actividades sociales que no tiene tiempo de estar solo. Llenará su tiempo para que pocas veces tenga enfrentamientos personales y le resultará tan importante demostrar que pertenece a algo que subyugará su individualidad para satisfacer los gustos e ideas de la comunidad. Es decir, Saturno en la Casa XI puede convertirse en un seguidor más que en el líder que, esencialmente, es lo que necesita ser. Sus propios ideales, sus deseos y sus sueños no tienen valor cuando los compara con el inexorable término «Los demás».

Saturno en la Casa XI puede simbolizar a veces este tipo de mariposilla social al igual que Saturno en la III puede representar un parlanchín y Saturno en la VII un eterno don Juan. Pero esta mariposa suele tener alas de plomo. Esencialmente, permanece tan aislado y apartado como si estuviera solo porque, en el fondo, busca compartir algo más profundo y significativo. Sin embargo, el trabajo para conseguir este nivel de intercambio le llevaría hacia sí mismo y a una búsqueda de valores sociales distintos así como a una comprensión más profunda de la sociedad y de su propósito.

La oportunidad ofrecida por Saturno en la XI no se aprovecha fácilmente si no se tiene el tipo de visión amplia de la unidad humana y de la evolución y desarrollo gradual que caracteriza a una mente verdaderamente progresista. Esto tiene poca relación directa con la política aunque este terreno sea de interés natural para el temperamento acuariano. Pero Saturno tiene poco que ver con estas teorías. Él otorga su sabiduría a través del canal (más difícil pero más significativo) de la experiencia y realización personales. La comprensión de la psicología grupal y de la dirección en la que está lentamente avanzando la conciencia del hombre es un entendimiento que puede representar la iluminación del individuo que tiene a Saturno en Acuario o en la Casa XI. La literatura esotérica habla repetidamente del «Plan» para el hombre que debe permanecer en el terreno de lo teórico y lo visionario para la mayoría de la gente. En cambio, para el ojo sagaz del Saturno en XI, la realidad y naturaleza de dicho plan pueden hacerse visibles si busca al grupo interno que tanto significa para él, durante el tiempo y con la profundidad suficientes.

Si su visión es estrecha, lo más probable es que Saturno no encuentre la solución a su aislamiento, con lo cual se cumplirá la profecía de que esta posición acarrea mala suerte con los amigos. El que se aparta tanto y desconfía de los demás, acaba atrayendo algo parecido por parte de la gente. Lo semejante siempre se atrae, y la actitud defensiva común en un Saturno en XI (incluso en aquellos que han abrillantado la superficie del encanto social pero que no se pueden permitir, amistades más profundas) suele provocar defensividad en los demás.

Todo individuo posee la capacidad de desarrollar el significado más elevado o universal de la Casa XI junto con los aspectos más personales. Poca gente es consciente de este potencial porque el requisito es un estudio más profundo de los valores y un interés más amplio en la humanidad. Sin embargo, la Casa XI está presente en el tema natal de cualquier ser humano y con ella surge el desafío de encontrar una expresión a los impulsos que aquí se simbolizan. Esta tarea es más urgente para los que tienen a Saturno en XI o en Acuario porque, como en las demás posiciones de Saturno, no se acepta una segunda elección y, en este caso, el sentido de compromiso y participación en la vida de la comunidad debe ser real.