Le pregunté a las estrellas - Un recorrido por las Estrellas Fijas del zodíaco


Empecé un ejercicio de meditación sobre las estrellas fijas de las constelaciones del zodiaco. Acá están algunas imágenes y asociaciones libres en torno a los arquetipos que recaen sobre las estrellas zodiacales.



 1. Hamal


Hoy a la mañana me senté temprano mirando al Este y le pregunté a las estrellas que veía de Aries quién eran y cómo eran porque tenía que escribir esto y esto fue lo que me dijeron, que vaya lento porque el agua caliente se me iba a caer y cuidado, y después me dijeron que ellas eran el hombre solitario que camina al lado de la vía y se pierde entre los arbustos y que nadie sabe a dónde va pero tiene una casaca roja y mueve las manos fuertes para adelante y para atrás y después me dijeron que eran la maestra que estaba llegando temprano a levantar los postigos duros de las ventanas viejas de esta escuela, y ventilar el ambiente y prender las luces y hablar sola mientras duerme un edificio que en unas horas se va a llenar de ruido, y cuidado con el agua que está ardiendo, y me dijeron que eran la canción esa de Arctic Monkeys que dice por favor, que venga que venga que venga esa canción que todos quieren escuchar en las fiestas, y todas las señales ya se mandaron y parece que es momento de hablar y tragarse esos nervios que te traban la garganta, y que cuidado con el agua que está hirviendo, y que solo los inconscientes no tienen miedo porque el coraje es algo que se gana después de vivir de renta en la cobardía y que solo es una victoria si salís de la derrota, y que cuidado, te dije, se te cayó el agua hirviendo en el cuerpo y ahora estás ardiendo y la quemadura baja por la mano, el brazo, todo el cuerpo, y que así se siente arder, dolor máximo, anestesiado de dolor, que arder es tener el cuerpo en carne viva, y por eso duele tanto, porque sos un nervio expuesto que no puede hacer otra cosa que patalear, gritar, y que el dolor es el único recordatorio de que estamos acá, que ni ayer ni mañana, que el dolor es el único recordatorio del ahora ahora, y que sin aire el fuego se asfixia, y que todo fin esconde un comienzo y que todo comienzo esconde un final, y que los únicos que te enseñan del ahora son los animales y que la próxima vez tengas más cuidado, que la próxima vez te vas a equivocar mejor.


2. Aldebarán / Alcyone / El Nath


Hoy a la mañana miré hacia el este y le pregunté a las estrellas de #Tauro quienes eran y que querían y me dijeron demasiado tarde, era de esperar, un cúmulo celeste, inquietante, un ojo que te mira a los ojos me habló de nuestra relación erótica, una fruta que esperó todo el verano para entregarse rechoncha cuando cae el otoño, "me guardé todos mis veranos para vos" me dice Tauro, y descubro que sos pícaro, audaz, un lunar junto a la boca, qué guiñás cachorrito?, la otra estrella me atemoriza, pero todo lo que me gusta me asusta, la otra estrella me atemoriza porque me intimida, es seria y de pocas palabras y siento que con su ojo me va a mirar fuerte y me va a rostizar con un rayo fulminante, todo lo que brilla sobre Tauro dice que quiere estabilidad pero camina torcido, lento, y un poco por el risco, porque todo lo que se pone en movimiento entra en un continuum de transformación, estable está la equilibrista montada en la cuerda floja, me dicen por último que de lo que se come se cría, pero me lo dicen con crueldad, me clavan una banderilla por la espalda, y caigo de rodillas al piso, otra banderilla, el ojo de Tauro soltó la manoletina y sacó una espada y una muleta, voy a dar mi último cabezazo y que me toque la suerte de recibir



3. Castor / Polux / Alhena


Hoy a la mañana miré hacia el este y le pregunté a las estrellas de Géminis quiénes eran y que querían y me dijeron yo no quiero nada, vos sos el que viene a preguntar, me dejaron mudo, cosa rara, tal vez porque contestaban con preguntas me metieron en una ensalada rusa entre una y la otra, me dijeron que a veces las peores piñas son preguntas, y que las preguntas que abren puertas son las más poderosas, el tobillo me flaqueó y perdí el equilibrio, me caí rodando cuesta abajo por la escalera y rodé hasta la calle y del otro lado de avenida y de la vía, yo rodaba y el mundo se movía pero era yo el que rodaba y yo el que no se detenía, ¿sos de cuidarte? me preguntó una, y me acordé de los poemas buenos hechos en momentos malos, tirado en la plaza boca arriba me concentré para escuchar una o dos historias que contaban las estrellas en murmullos, por la tarde ese día, la primera de carecter moralizante, tenía fábula, epílogo, quería dejarme una enseñanza y así instruir mi cabeza despeinada, la otra historia no la entendí y por eso me encantó, nada tenía sentido pero se desplegaba fluida entre la mística y la razón, me sentí a gusto de saber que del tornado te salvás subiéndote, cabalgando la tormenta, así llegué a mi casa, arremolinado, hasta el cuello, aprovechando los vientos buenos porque sé para donde voy.


4. Acubens / Pesebre


Hoy a la mañana miré hacia el Este y le pregunté a las estrellas de #Cáncer quiénes eran y qué querían y no me dijeron nada, tuve que bucear profundo sobre todas sus resistencias, caras de orto, y en el camino cuando parecía que me miraba de frente en verdad me estaba dando la espalda, y fuimos de costado hasta la costa porque en verdad no vivimos en la tierra y no vivimos en el mar sino en el medio, entre que avanza y se retira el agua, como tu amor que me quiere y no me quiere, me cuida y me descuida, y si me descuido me deja hambriento pero con la panza llena, porque el corazón en verdad nunca está del todo contento, trepé sobre la espuma del agua en esta arquitectura efímera y una sílfide me dio un aventón, pero después se esfumó, porque es cortísima la vida de una sílfide entre que es una sola con la totalidad, y rompe la ola, y se hace gota y se hace océano otra vez, y en el centro del cielo, la estrella del cangrejo me rescató con sus pinzas, y mirándome fijo me dijo que el portal que se abre por el que entran y se expresan todos los seres vivos no está en el cuerpo, sino en el ojo, entre el ojo y todas las cosas, y que no hay nada más radical que mirar las cosas hasta transformarlas, o por lo menos reconocer que existen, y cuando ya estaba desprotegido y borracho de agua de mar me confesó su secreto mejor guardado, y si tenés paciencia como yo vas a saber entenderlo, porque el caparazón duro es una forma de supervivencia, y que el escudo sirve para avanzar con firmeza bajo una lluvia de flechas.



5. Regulus / Denebola / Zosma


Hoy a la mañana miré hacia el Este y le pregunté a las estrellas de Leo quiénes eran y qué querían y empezaron a quejarse, a una le dolía la espalda, pero la mueca, nerviosa, cansada, asustada, se cubría de una sonrisa que también era una rabia y que también era un rugido, mostrándome los dientes me mostró las cicatrices, y en cada cicatriz había una corona de laureles, el trono era también un arco de triunfo por el que estaba pasando el Sol, más adentro de las estrellas había un gato gordo panza arriba que todos le decían reyecito, el tigre en la casa me miraba desconfiado y lo bien que hacía porque para mí no tenía ninguna autoridad, hasta que empezó a arrastrar con el hocico una latita vacía contra los azulejos y con ese ruido de cacerolazo busqué su comida y le serví su almuerzo, y cuando estaba de rodillas, agachado sirviendo el alimento balanceado, se irguió, sentado como un príncipe, me miró de arriba y me enseñó por qué era el jefe y quién manda en esta esquina, y me sentí una víctima de mi propia soberbia, muerto de vergüenza propia y ajena, por haberle faltado el respeto al soberano del cielo, la última estrella brilló como un cachetazo que me cruzó con desprecio la cara, como un látigo disconforme me advirtió que me despierte y que mire para afuera y que entrene la mirada, que deje el microscopio, que yo me había vuelto una examinadora de ombligos y tenía que convertir mis ojos en un telescopio y que debía aprender a conocer el mundo, y que me pregunte a mi mismo 30 veces si realmente conozco lo que es la crueldad, lo que es lindo y lo que es feo, porque la mirada se acostumbra a no ver para abajo y no atajar a los caídos y que nunca es suficiente, y que siempre hay que poner un poco más, y que para eso se hizo el Sol, no para encandilarse en el propio reflejo sino para calentar a los que tienen frío y echar luz donde algunos creen que está la sombra.



6. Spica / Vindemiatrix


Hoy a la mañana miré hacia el Este y le pregunté a las estrellas de Virgo quiénes eran y qué querían y se hicieron esperar, se quedaron en silencio, y yo contemplaba el silencio y creía que ahí no había nada, no sé quién me dijo que en el silencio no hay nada, creo que la libertad y la emancipación es saber que nunca no hay nada, nunca la respuesta está en “lo que falta”, en vez de mirar lo que faltaba miré lo que había hasta que no hubo más sol y llegó la tarde, y en el naranja coral de un cielo mordido por las nubes escuché un silbido, un chisme, y atrás mío estaban ahí, inmensas como la pampa húmeda, despampanantes como una estrella del pop, larguísima como un gato acostado, profundas como una laguna que esconde un misterio, las estrellas de Virgo se me ocultaron por muchas horas pero basta esconder la cosa más simple para volverla un misterio delicioso, estaban cansadas, era una muchacha obrera que había trabajado todo el día y cargaba los frutos del sacrificio de una comunidad, quiero decir que cargaba los honores del oficio sagrado de una comunidad, ¿como decirlo? porque no encuentro la palabra justa, y una me dijo no existe la palabra justa, y la otra me contestó por supuesto que existe la palabra justa, y entre las tres nos quedamos mudas, porque lo más honesto a veces es lo más escueto, la más brillante me dijo que algunas personas piensan que la información tiene un orden, un sentido, y que hay que saber tejer esos hilos para que así se me cuente una historia, y yo le creí porque estoy tratando de encontrar algo, cualquier cosa que tenga sentido, no sé qué significan pero voy a hacer el esfuerzo, la otra me dijo que no importa, que me calme, que si hay un misterio no estoy obligado a vencer la esfinge, a descifrar el enigma, a juntar la basura, tal vez el talento es solamente la curiosidad, el hambre, las ganas, la espiga de trigo me acarició la cara y me explicó su secreto: las estrellas no nos dan grandes honores y grandes destinos, porque toda persona que haya recogido una cosecha sabe que las medallas son los premios del sacrificio de todxs, que los premios vienen cuando nosotros nos fuimos.



7. Zuben Eschemali / Zuben Elgenubi


Hoy a la mediodía miré hacia el Este y le pregunté a las estrellas de Libra quiénes eran y qué querían y me confesaron que las cosas no son lo que parecen, que lo que vemos como una balanza balanceada bien podría haber sido la pinza de un escorpión, sentí el pinchazo de la espina de la rosa cuando la primera me confesó que esto no es demasiado importante, que hablemos de otra cosa, ¿para qué hacer un show y ser el centro?, bien podemos poner en el centro algo más interesante y hablar de otra cosa, de otras personas, otro tema, una reforma, eso, por ejemplo hablemos de cómo reformar lo deformado hasta transformarlo en otra cosa, ser el centro no es lo que importa, lo que importa del centro es lo que te permite entender de la periferia y esto debe ser igual que una mano tendida a un mundo que no conozco, la otra estrella me quitó la luz, y mientras la miraba la primavera se hizo fría, se fueron apagando los colores y yo me fui enroscando en mi propio narcisismo, y cuando estaba bien adentro, con la cabeza hundida en mi ombligo, se mostró vulnerable y frágil, desesperada por atención me dijo que renunciar es asumir, y que lo feo es lo lindo y lo colectivo es lo individual, traté de desenroscarme pero caí por mi propio peso, y antes de darme cuenta me estaban sentenciando a ser juzgado y quedar del lado negro del blanco y negro de los juicios que no elegimos, me dijo que vivimos en la abundancia y en la generosidad pero no sé que decirte, ya no les creo, porque si lo natural es lo artificial ¿cómo se sale de acá sin enredarse?, no tengas miedo, me contestó, porque los otros siempre van a ser un abismo, y tal vez lo que pasó es que me di miedo de mí mismo, pensé que vi en ellas algo que era mío, un enrosque, ¿tiro de la cuerda o me dejo que me lleve hasta el nudo?, cuando me logré escapar del inframundo y las pude ver de lejos entendí que la medida de las cosas se calcula por el tamaño de sus contradicciones.


8. Antares / Acumen / Aculeus


Hoy miré hacia el Este y le pregunté a las estrellas de Escorpio quiénes eran y qué querían y se quedaron en silencio, me observaban con una calma estratega, ese silencio de ajedrecista era un pozo que era una tumba y también era un escondite, adentro del escorpión flotaban dos aguasvivas que se balanceaban y latían con un pulso inquietante, amenazante, mientras una se hacía fuerte cuando yo me hacía pequeño, la otra, artera y por la espalda, se hacía débil y quedaba corrupta con cada cuchillazo que me daba por la espalda, era débil por ser débil, y mientras más daño me hacía más ínfima quedaba, no entendí si yo era una víctima o si era invencible, acuchillado por dos nebulosas yo era una bolsa de boxeo, la carne molida en un mortero, y en el corazón de esa constelación latía un pulso naranja, la estrella roja me insultó con un grito de guerra y me juró venganza, era un gallo que te asusta a las 5 de la mañana, era un chiste desubicado que deja un ambiente de mierda, era el miedo que te da decir esas cosas que se arriman a la verdad, el rojo corazón se recortaba en el cielo negro de esta madrugada y me observaba pero era una experiencia desoladora, le pregunté quién era y me contó una anécdota amarga que terminaba en una muerte absurda, ¿y que cosa no es absurda? me contestó, pero el absurdo solo me confirmaba que lo que era significativo para mi era un sin sentido para otros, me obsesioné con la idea fija de que esta estrella fija guarde un secreto y me volví un torpedo arrojado hacia la nada, el talento de ese bichito diminuto y mortal es mutar con la solvencia de lo que se desconfigura y se re configura para dejar de significar violencia y convertirse en verdad y dejar de ser verdad para convertirse en sarcasmo, y que el secreto que separa al veneno del remedio siempre, siempre, siempre está en la dosis.



9. Facies / Rukbat


Hoy a la mañana miré hacia el Este y le pregunté a las estrellas de #Sagitario quiénes eran y qué querían y me contestaron rápido, no dudaron en hacer un chiste y en verme a la cara explotando de la risa, ¿son siempre tan jodonas? me pregunté mientras me montaba a caballo pero lo cierto es que los centauros son muy orgullosos para dejarse cabalgar y me pegaron un rodillazo que me fui de jeta al piso, creer es una experiencia del cuerpo, porque el dolor también es una experiencia de la creencia, o algo así, ¿la vergüenza es una experiencia de la creencia? ¿o como me dio vergüenza me duele más el porrazo?, si no creo en la vergüenza es como que me haya caído en un bosque y no había nadie ahí para verme, ¿realmente te va a doler igual?, seguro que no sé, qué pavada, o algo así quise decir o pensar, es lo mismo, algo así me decían las estrellas sin nombre y era como que me pegaban un baile tremendo, arremolinado en el huracán tropical del caballo fui a parar a la nebulosa de la cara, que entre miserable y mágica, me pidió un juramento de lealtad, una misión franciscana de entrega total, el voto de pobreza y así yo poder encomendarme a la Gran Idea que mueve al Mundo y hace al mundo moverse, la oferta fue tentadora pero te pido la Verdad con un poco menos de verdad, la punta de la flecha señala un lugar que realmente no importa porque el envión de la flecha viene de "otra cosa", no siempre se trata de dónde a punta, cómo apunta, qué es lo que apunta, eso es ruido, mucho ruido, lo que importa es que esté tensa, esté alerta, el arquero está parado en un mundo que lanza una flecha y cuando la flecha llegue ese mundo no va a existir más, la única que experimenta ese viaje es la flecha, ni el arquero ni el objetivo, el hilo que hace la flecha, el mensaje que lleva, el incendio que desata, eso es lo que menos interesa de todo lo que interesa, como esas personas que corren una carrera contra sí y juegan para vencer su propio récord, siempre competimos contra fantasmas.



10. Deneb Algedi


Hoy a la mañana miré hacia el Este y esperé paciente que aparezcan las estrellas de #Capricornio y les pregunté quiénes eran y que querían y la verdad que se tomaron su tiempo, primero ascendió el águila y me habló del coraje, luego ascendió la lira y me habló del ensueño, casi que me retiro cuando fuerte el sol ya me daba en los ojos y montañosa, escarpada y complicada las estrellas de la cabra dieron la cara, contrario a lo que se espera me encontré con un dios pagano, mitad animal y mitad fantasía, blandiendo el cuerpo como una espada con un guante de raso, y meneando los cuernos como si esto fuera una fiesta, me sorprendí porque esperaba al Padre Tiempo dándome una lección, pero me encontré con un bicho deforme, difícil, extraño y bastante feo, son estos bordes desprolijos los que dan ganas de volverse monstruo y mugir y balar y tirarse a chapotear, entre el pez y la cabra no hay división, la estrellas más brillante me habló del carnaval, porque hay un día que confirma que existe la ley, y ese día es el día que todos fingimos que la ley no existe más, sin esta válvula de escape la cosa no funciona, por eso la cabra-pez es un invitación al desenfreno y no al control, me quiso adoctrinar pero no tenía pedagogía, cuando me soltó la mano, por un momento yo esperaba que la fiesta se termine, pero mientras me meneaba entre los faunos, registré que esto también es una forma de trabajo, de las rodillas hasta la espalda, hay que saber cuidar el equilibrio de poner el cuerpo al servicio del desenfreno, “ojalá esto dure para siempre” decía uno, y yo no veía la hora de que se termine, tediosas horas de aguante ponen al cuero duro, es una prueba de resistencia darlo todo y en manada, pero por Dios ¿Cuándo acaba?, son mis ganas de sacarme toda esta mugre, porque cuesta mucho trabajo mantener la elegancia después de darte la cabeza contra el barro tantas veces.



11. Sadalsuud / Sadalmelik


Esta mañana me levanté temprano y miré hacia el Este y la pregunté a las estrellas de Acuario quiénes eran y qué querían y la verdad que aún sigo confundido, tenue y diminutas las dos puntas de un trapecio me cargaron en su montura, como todo lo bueno, que tarda porque si es bueno tiene sus vueltas, me enroscaron en su ínfimo destello, me callé la boca para aprender a escuchar y cuando hablaron fueron claras pero también rebuscadas, la primera me habló de la suerte y me explicó que siempre te conviene creer antes que no creer, porque si no creés y al final si había “algo” entonces tu alma está condenada, por eso siempre te conviene creer, en cualquier cosa, por las dudas, la respuesta es desconfiar de todo y creer en todo a la vez, traté de pelear todas esas batallas en mi cabeza a la vez pero las perdía siempre, mi imaginación no se compara con mi fe, tal vez sea porque yo no era el favorito de nadie y nunca viví el privilegio de que me elijan a mi por encima de ninguna cosa, “no te tires abajo”, me dijo la otra, que le decían la suerte de los suertudos, con esa me entendí un poco mejor, tenía el feel, tenía el duende, tenía la onda que tienen las personas que bailan como si nadie las estuviera mirando, pero ahí no encontré mi casa, ahí encontré una especie de internet, que es lo mismo que decir un océano, o una especie de rejilla, y siguiendo la costura de la retícula entendí que todo tiene que ver con todo, siguiendo ese punto diminuto empecé a abrir una puerta gigante, sentí que en vez de tirarme un baldazo de agua el aguatero me tiraba unas semillas en la cara y accidentalmente me convertí en un campo y cuando me quise dar cuenta estaba todo sembrado, contagiado de mi ambiente y perfumando el aire de este baldío, creo que solo quiero eso, vivir en un baldío y que los fantasmas hagan la jardinería, salvaje, y dejen crecer lo que tenga que crecer y que mi cabeza sea una selva, y a ese ecosistema le voy a decir comunidad, y a esa comunidad le voy a dar mi corazón.



12. Al Rescha

Caía el sol y miré hacia el Oeste y por última vez le pregunté a las estrellas de Piscis quiénes eran y qué querían y empezaron a hablar con lucidez y claridad, yo esperaba confusión pero a veces la confusión viene de decir que entendimos, un lazo de plata con hilos rudimentarios ataba dos peces y en direcciones contrarias las palabras hacían y deshacían, es decir que lo que escuchaba la oreja izquierda no era lo mismo que la derecha, y a la vez era perfectamente coherente en su incoherencia, sentí el cansancio de tener que tolerar un mundo que apenas hace lo que puede porque estar en el barril de los pescados me tenía dando vueltas en círculos, limitado a las contradicciones de mi propia circunferencia, la del arriba, la más brillante, la que era un nudo impartió con autoridad un silencio violento y cuando ocupó la palabra fue certera “la única forma de desarmar el trauma colectivo por el que estamos pasando va a ser a través del rito, siempre público y comunitario, el trauma es social y también su desenlace, el trauma no sana, se des(a)nuda, es íntimo y también colectivo, como la memoria o la identidad”, me sentí temblar de pensar que mi identidad fuera algo colectivo, los otros siempre fueron los otros y el mundo nunca es como yo quiero, pero qué son las memorias sino cosas de las que nos contagiamos, algo existe porque aún no fue olvidado y ahí todavía viven en el corazón de una comunidad, todas los corazones que ya no laten, como laten ahora mismo cada estrella, cada superstición, cada mito y cada cuento, atados a los otros nosotros por un nudo, imborrable, persistente, un cuento que nos cuenta sobre otros soles, lejanos, que iluminan mi cara y deslumbran la noche.