Un triángulo perfecto entre Saturno en Piscis, Júpiter en Cáncer y Marte y Mercurio, Venus y el Sol en Escorpio, activando los tres signos del elemento agua, que hablan de la emoción, la intuición y la memoria profunda.
Un gran trino es un acuerdo entre planetas.
Es como si tres fuerzas se dieran la mano para que algo fluya con naturalidad.
Pero ojo: que fluya no significa que sea fácil. Significa que ya está maduro. Que lo que antes se te escapaba, ahora podés sostenerlo.
El agua no piensa: siente, disuelve, sueña, conecta. Por eso, este gran trino nos invita a limpiar lo estancado, perdonar lo viejo y darle forma a lo invisible. No es momento de empujar las cosas: es momento de dejar que el alma hable.
Si tenés planetas o puntos importantes en los signos de Cáncer, Escorpio o Piscis, este tránsito puede sentirse como un portal emocional, donde la intuición se amplifica, los vínculos se reconfiguran y algo se ordena por dentro sin que tengas que hacer tanto esfuerzo racional.
Es una energía ideal para crear, sanar y reconectar con tu propósito más íntimo. Lo emocional se vuelve estructura. Lo invisible, camino. Y si sos de los signos de tierra (Tauro, Virgo o Capricornio), vas a poder materializar algo que venías gestando hace mucho.
Preguntate:
¿Qué versión mía está lista para ser sentida sin miedo?
¿Qué puedo dejar ir para volver a confiar en mi propia sensibilidad?
